Igor A. Caruso: una entrevista autobiográfica y un debate*.

 Rodolfo Álvarez del Castillo L.

“A su vez, nuestras instituciones entre otras cosas, tienden al monoteísmo que se manifiesta en la devoción del fundador, del nombre propio y del tótem doctrinario en turno, para poder sostener la creencia en el inconsciente. Es decir, que no existe trasmisión e institución, sin alguna forma de devoción monoteísta.”
Fernando M. González (2005)

Corría el año de 1979, el 20 de enero en la Universidad de Salzburgo se organizó una conferencia con el tema “Homicidios de esquizofrénicos” (Tötungsdelikte Schizophrener) impartida por el Dr. Heinrich Gross (1915- 2005) a invitación del profesor universitario Gerhard Harrer. El hecho suscitó una serie de protestas de parte de los estudiantes encabezados por el Dr. Werner Vogt de la Asociación de Medicina Crítica (Arbeitsgemeinschaft Kritische Medizin), que denunciaba a Gross por su participación activa en las políticas de eutanasia del régimen nazi en la clínica de Spiegelgrund, donde estuvo durante el período de la anexión de Austria involucrado en la muerte de cientos de niños con enfermedades mentales y que había guardado y utilizado “científicamente” los cerebros de las víctimas en su instituto. El Dr. Gross no sólo no había sido enjuiciado por tales crímenes, sino que incluso seguía ejerciendo la psiquiatría y había obtenido de parte del gobierno austriaco la condecoración Cruz de Honor por Ciencia y Arte en 1975, precisamente gracias a las investigaciones realizadas con los cerebros de esas víctimas. Lo anterior conmocionó a la comunidad universitaria al reactualizar los horrores de la guerra y del oscuro periodo nazi en Austria. Al cabo de los años, los hechos de la clínica de Spiegelgrund volverían a causar conmoción, pero esta vez sería en la comunidad de psicoanalistas.

Dos meses y medio después de las protestas universitarias por la presencia del Dr. Gross  y muy posiblemente motivado por las mismas, Igor Caruso, entonces maestro de la Universidad de Salzburgo, grabó para la radio austriaca una entrevista autobiográfica, misma que fue trasmitida el 4 de abril de 1979. Años después, en 1988, se publicó la parte que reproducimos en este mismo número, en la revista texte. psychoanalyse. ästetik. kulturkritik. del Círculo Vienés de Psicología Profunda (Wiener Arbeitskreis für Tiefenpsychologie). Institución fundada por Caruso en 1947 y que en 1988 cambió su nombre por el de Círculo Vienés de Psicoanálisis (Wiener Arbeitskreis für Psychoanalyse)1. En esa entrevista Caruso declara haber trabajado como psicólogo en la Clínica Psiquiátrica Infantil de Spiegelgrund en Viena en tiempos del Tercer Reich y haber sido testigo de la aplicación de las políticas nazis en el trato a los enfermos mentales. ¿Por qué no hubo una reacción al respecto de parte de los estudiantes de la Universidad que habían participado de las protestas por la presencia de Gross en su Universidad? Karl Fallend, entonces estudiante de psicología escribe:“…el 4 de abril lo hizo públicamente en la radio, pero no lo escuchamos. Nosotros ‘por un lado, protegimos la salud debilitada de Caruso, por otro lado, navegamos bajo su bandera a nuestros intereses y promovimos su glorificación’, analizamos nuestra contribución al mito, leímos y estudiamos mucho: sobre el psicoanálisis y el nazismo, la invasión de la psiquis, y los relatos biográficos de las víctimas.”  “

El 1 de Octubre de 1979, Caruso se jubila y su trabajo en la universidad se ve amenazado con la extinción ante la salida del único psicoanalista en la Universidad de Salzburgo. Un movimiento de protesta verdaderamente único se opuso a la expulsión del psicoanálisis de la Universidad. “Los estudiantes organizaron a partir de entonces un frente de lucha para pedir que el sucesor de Caruso en la cátedra fuera un psicoanalista fiel a su línea de crítica social. La imaginación, el humor, la creatividad y el tesón de que dieron pruebas estos cientos de alumnos tuvieron a las autoridades universitarias en jaque durante más de tres años: volantes, periódicos, sit-ins, recolección de firmas de intelectuales de varios países… no desestimaron recurso alguno en favor de su causa. Y corrieron riesgos graves: reprobación en las asignaturas, juicios universitarios, procesos por difamación, multas y expulsión de toda universidad en Austria.”(Suárez, A. 1985)

En el año 2008, se exhibe el filme documental Igor A. Caruso. Erinnnern, wiederholen, durcharbeiten realizado por Michael Kolnberger, en el que se reproduce, justamente para abrir el filme, la entrevista radial autobiográfica y se presentan imágenes de la clínica de Spiegelgrund y del memorial a las víctimas. En ese mismo año se publica un artículo en la revista Zeitschrift für Psychoanalytische Theorie und Praxis (Revista para la Teoría y la Práxis Psicoanalítica), con el título “Warum nicht in Kischniew”? – Zu einen autibiographischen Tondokumenten Igor Carusos (¿”Por qué no en Kischniew”? – Sobre un documento en audio autobiográfico de Igor Caruso) escrito por Eveline List. En el artículo la autora, psicoanalista miembro del Círculo Vienés de Psicoanálisis, denuncia –entre otras cosas– el (supuesto) silencio cómplice de Caruso acerca de su participación en los eventos de asesinatos de niños realizados durante el nazismo en la clínica de Spiegelgrund resultado de la aplicación de las políticas de “eutanasia” del régimen nazi2 –encuadradas bajo el programa denominado “Aktion T43– y que lo implican en la medida que coinciden con su estadía de ocho meses como psicólogo en dicha clínica en 1942. Lo anterior pese a que Caruso había declarado públicamente su participación en Spiegelgrund en varias ocasiones antes de la transmisión de la entrevista radial, por ejemplo en la revista Der Spiegel en 1964, o como fue consignado en el trabajo de Rosa Tanco Duque “El Círculo Vienés de Psicología Profunda” en la Revista Colombiana de Psicología, Vol. 4, No 2 de 1959. Una aparente indiferencia de parte de la comunidad analítica austriaca, en relación al pasado nazi de algunos de sus miembros importantes, al decir de Eveline List, termina por provocar su investigación.

La publicación del artículo desencadena una importante cantidad de airadas respuestas (cartas a la redacción de la revista, artículos periodísticos, ensayos, etc.) de psicoanalistas posicionándose tanto a favor de la figura y la obra de Caruso como del lado de la crítica realizada por la autora. El lector interesado puede remitirse al sitio de internet Psyalpha Wissensplattform für Psychoanalyse en el que se compilan la mayoría de los trabajos de lo que ahí se denomina “Igor Caruso Debatte”. Debate que implica para el movimiento psicoanalítico austriaco de posguerra un ajuste de cuentas con el pasado oscuro de la época del nazismo y los acomodos posteriores. Austria no realizó un trabajo de depuración de los funcionarios nazis o colaboracionistas como se hizo en Alemania, ya que aquella fue un estado invadido y anexionado y fueron más tolerantes en el trato a los implicados (recuerde la foto de Kurth Waldheim, presidente de Austria y posteriormente secretario general de la ONU, con uniforme de oficial nazi)4. Por esa razón es que por ejemplo, los crímenes de Spiegelgrund fueron reconocidos apenas en fecha reciente5 por el aparato gubernamental, así es que el 27 de enero de 2013, día de remembranza de las víctimas del holocausto, se presenta Spiegelgrund: An Opera de Peter Androsch nada menos que en la Cámara de la Asamblea Federal del Parlamento Austriaco en Viena y en Marzo de este año, el gobierno austriaco reconoce oficialmente a las víctimas de Spiegelgrund y otorga a Friedrich Zawrel, un sobreviviente de Spiegelgrund, la Medalla de Oro al Mérito de la República de Austria.

Por otra parte, en los reacomodos recientes del mundo analítico Vienés, el Círculo Vienés de Psicoanálisis ha estado promoviendo desde 1997 su afiliación a la Asociación Psicoanalítica Internacional, misma que se concretó en su etapa final también en este año 2013. Este hecho es señalado por Johannes Reichmayr, –psicoanalista, antiguo colaborador de Caruso en su cátedra universitaria y autor de numerosos escritos sobre psicoanálisis, etnopsicoanálisis e historia del psicoanálisis en Austria–, en una carta abierta a la revistaZeitschrift für Psychoanalytische Theorie und Praxis, publicada en su sitio web con el título Furor est Error! Leserbrief zum Artikel von Eveline List über Igor A. Caruso (¡Furor es error! Carta al editor sobre el artículo de Eveline List acerca de Igor Caruso),en la que señala el carácter subjetivo y tendencioso del artículo que tiene más una intensión judicial (en el sentido de buscar culpables, enjuiciarlos y condenarlos) que historiográfica. Cito un fragmento de la carta de Reichmayr:

“Contribuciones a la historia del psicoanálisis siempre surgen en un contexto particular y más o menos siguen intenciones conscientes. Si coloco el artículo de Eveline List en el contexto político de la Asociación Psicoanalítica Vienesa, me parece que la fecha de aparición de ciertos acontecimientos en la escena se ajustará y por lo tanto será reveladora. Quisiera comentar esta coincidencia con una nota irónica. El número 1-2 del 2008 de la revista Zeitschrift für Psychoanalytisches Theorie und Praxis en la que metafóricamente se utilizó, o mejor dicho, se mal usó “Spiegelgrund” como título de ese número, tenía que aparecer como un foro común, justo a tiempo para la “boda” del “Círculo Vienés de Psicoanálisis (Wiener Arbeitkries für Psychoanalyse)”, con la “Sociedad Psicoanalítica de Viena”, y la apertura de la recién fundada “Academia del Psicoanálisis”. Una buena razón para celebrar, pero no todos pudieron estar allí y la nueva casa tenía que ser limpiada desde cero. También el 100 aniversario de la fundación de la “Sociedad Psicoanalítica de Viena”, cayó en la temporada festiva, y los invitados internacionales asistieron a la ceremonia de la “boda” al mismo tiempo que se celebró la asamblea de la “Federación Europea de Psicoanálisis”  (del 13 a 16 marzo con el tema “La sombra de la herencia”). No se puede escapar a la impresión de que el Círculo Vienés de Psicoanálisis sólo puede conducirse “desnazificado” y con un nuevo socio, para poder encontrar su lugar en las imaginadas salas sagradas del Grupo IPA. Ahora había una oportunidad para exponer la maldad del padre fundador del Círculo como asesino de niños y tratarlo con la fuerza necesaria de los rituales de limpieza auto-impuesta y sacrificios. La cooperación entre Bettina Reiter como redactora de la revista y Eveline List como autora era al menos para la sincronización armoniosa un éxito, pero esto demasiado a expensas del trabajo editorial que había sido amargamente necesario para el artículo de Eveline List. Esto plantea la cuestión de si los cuentos de hadas psicoanalíticos, como el de librar al mundo del mal, son inherentes al contexto político de la Sociedad Psicoanalítica de Viena y si la “Revista para la Teoría y la Praxis Psicoanalítica” proporciona un foro.”

Así pues, el tono del debate fue siempre apasionado, desarrollado más en un afán descalificatorio de los participantes que de esclarecimiento de la historia. Posiblemente un “exceso de implicación” marcó las posiciones de los actores del debate desarrollando una verdadera “Guerra de las memorias”. Algunos de sus ecos llegan ahora a nuestras tierras. Quedan pendientes la revisión de los argumentos y los elementos utilizados en el desarrollo de los postulados. Una reescritura de la historia del psicoanálisis en la Austria de posguerra, el papel jugado por Caruso en Spiegelgrund en los ocho meses de trabajo hasta su despido por las autoridades, el manejo de la información concerniente al quehacer de los analistas en tiempos del Tercer Reich en Austria, la actitud tibia y de negación de parte de la comunidad analítica ante los indicios de las implicaciones con el pasado de Caruso y las vicisitudes de la fundación del Círculo Vienés de Psicología Profunda, así como las repercusiones de esta información en los Círculos latinoamericanos y cómo impacta en la institución de filiación carusiana la reelaboración del “mito fundacional.”7 Todo lo anterior son temas que demandan un análisis profundo el cual está en proceso de construcción.

Bibliografía

Fallend, Karl (2008), “Editorial”, Werkblatt. Psychoanalyse & Gesellschaftskritik, Nr. 60, 1/2008.

González, M., Fernando (2005) “Contribución al análisis del mito fundacional del Círculo Psicoanalítico Mexicano”, Grupo. Revista de psicoanálisis, Núm. 5-6, abril 2005. UANL.

Suárez, A. (1985) “Igor A. Caruso, profeta desterrado y mártir de la esperanza” en Ewald H. Engleret y Armando Suárez (Coord.) El psicoanálisis como teoría crítica y la crítica política al psicoanálisis, Siglo XXI eds. México.

Kolnberger, Michael (2008) “Igor A. Caruso. Erinnern, wiederholen, durcharbeiten” Ein Dokumentarfilm. 97 min. StudioWest, Salzburg.

 


1 “Fue Freud quien utilizó ya en 1913 en “El múltiple interés por el psicoanálisis” la expresión Tiefenpsychologie, psicología profunda, de lo profundo o de las profundidades, como sinónimo de psicoanálisis. Durante la época nazi, en la que la palabra psicoanálisis estaba prohibida, sirvió para designar todas la corrientes surgidas de Freud y más o menos emparentadas con él: “ortodoxia” freudiana, adleriana, de Schultz Henke, junguiana, etc. Los miembros de la Wiener Psychoanalytische Vereinigung (Sociedad Psicoanalítica de Viena) siguieron utilizándola hasta los años sesenta es sus publicaciones; es curioso que sea en las del Círculo de Viena donde reaparece la palabra psicoanálisis: en Unwertung der Psychoanalyse, de W. Daim (1950) y en Psychoanalyse und Synthese der Existenz, de Caruso (1952), si bien en gran medida como objeto de crítica.” Armando Suárez. “Igor A. Caruso, profeta desterrado y mártir de la esperanza”, en Ewald H. Englert y Armando Suárez (Coord.) El psicoanálisis como teoría crítica y la crítica política al psicoanálisis, Siglo XXI, México, 1985.

2 El concepto de lebensunwertes Leben (vida indigna de ser vivida) fue la herramienta central de la biopolítica alemana de entreguerras. Las principales leyes eugenésicas del Reich son de las primeras que Hitler ordena promulgar en julio de 1933.

3 El Aktion T4 (1939-1941) fue un programa, llamado de eutanasia,  []creado y ejecutado bajo la responsabilidad principal de médicos durante el régimen nazi para eliminar a personas señaladas como enfermos incurables, niños con taras hereditarias o adultos improductivos. Se estima que fueron asesinadas sistemáticamente entre 200.000 y 275.000 personas, aunque fuentes más moderadas la sitúan en poco más de 70.000 víctimas. El nombre T4 viene de los cuarteles generales de la organización que ejecutaba estos planes, que estaban situados en Berlín en la Tiergartenstraße 4.

4 Entre 1945 y 1946, Austria auspició una pequeña cantidad de juicios contra responsables de crímenes contra la humanidad. En esos años de “reconciliación” fue condenado (y ejecutado) el Dr. Ernst Illing, director de la clínica de Spiegelgrund.

5En mayo de 2002 el gobierno de la ciudad de Viena organizó un acto funerario para dar sepultura a los restos de 600 niños asesinados que aún eran conservados en frascos en el sótano de Am Spiegelgrund.

7“En este caso entiendo por mito fundacional, una matriz narrativa que condensa al mismo tiempo un ideal, una ejemplaridad, una serie de evitaciones y puntos ciegos así como un conjunto de pactos en general no pensados. Vaya, se trata de una formación contradictoria que intenta conjuntar el ideal, lo silenciado, lo impensado y lo pactado por interpósita narración” (González, F. 2005)