Categoría: Psicoánalisis

  • Editorial #24

    Nuevos horizontes

    JULIO ORTEGA B.

    Las esperadas elecciones presidenciales en México en 2018, ocurrieron con un resultado lógico pero no del todo previsto por muchos. El electorado harto de más de 70 años de prianismo decidió por una tercera opción que es la del partido MORENA fundado por López Obrador a partir de su escisión del PRD; en parte por convicción, también como una forma de protesta frente a la corrupción, el crimen y la falta de otro proyecto político convincente. Con el 50 % de los votos y protagonizando una elección sin ninguna duda, Andrés Manuel López Obrador llegó al poder de una forma espectacular, arrasando a sus competidores.

    La antes oposición está ahora en el poder y parece que no acaba de asimilar el hecho, aún falta que acaben de tomar piso y se acomoden en sus sillas para empezar a gobernar, es una función que se hace no sólo con conocimientos sino con experiencia, y muchos de ellos no la tienen lógicamente.

    Los problemas iniciaron desde el principio con la clausura de la construcción del aeropuerto, en base a una consulta popular y no en función de estudios técnicos de especialistas. De cualquier manera AMLO ya había anunciado durante su campaña que cancelaría la construcción del aeropuerto y precisamente es lo que hizo, demostrando que tiene las agallas para cumplir un cometido. Muchos lamentaron las pérdidas por la no construcción, pero también se acaba de descubrir un presunto desvío por más de 17 mil millones de pesos, que parece involucrar al director de obra y al director administrativo, lo que verifica la deshonestidad y mala ejecución del proyecto.

    Se trata de un aeropuerto que nunca debió empezar a edificarse en el lago de Texcoco por razones ecológicas que hoy aparecen como altamente preocupantes, pues el hundimiento del terreno lo que ha sacado a luz es irresponsables fallos técnicos que derivaron en un drenado insensato que ha ocasionado daño al subsuelo de Texcoco y que si no es paliado dará como resultado consecuencias verdaderamente nefastas en un próximo temblor. El daño está hecho por los dos lados, no había forma de elegir una buena alternativa, la decisión política igual ya había sido tomada demostrando el poder de este mandatario que es sin igual al que otros han tenido en muchos años. Su figura levanta un fervor casi religioso entre algunos de sus seguidores, eso no es precisamente una seña a su favor.

    El día después de las elecciones fue un día festivo para los electores cómo no se había visto en más de 60 años. El entusiasmo era similar al de la expropiación petrolera, sin que el motivo fuese quizá equivalente. En 1938 se trataba del apoyo del pueblo a un acto del presidente Cárdenas que nacionalizaba el petróleo. Hoy en 2018 es el júbilo por la posibilidad de la promesa. El problema es que AMLO ha prometido en los 18 años que lleva de campaña muchas cosas, y seguramente no podrá cumplir todas.

    Su decisión del establecimiento de la Guardia Nacional apoyándose en el ejército, es una medida fuerte y que no podemos aún establecer sus alcances. Quizá lo mejor en este corrupto país sea apoyarse en una organización como el Ejército o la marina, pero también es cierto que estas estructuras han sido corrompidas en momentos claves del combate al narcotráfico. Incluso los Zetas han surgido de organizaciones militares y precisamente esa disciplina las ha hecho crecer y fortalecerse en contra del Estado. Así que queda por preguntarse si un ejército renovado pueda establecerse como un enemigo que pueda acabar con lo que parece ahora un mal endémico difícil de combatir.

    Un soldado no está hoy, capacitado para imponer el orden en la ciudadanía, orientar y conducirse educada, civilmente, su especialidad es seguir órdenes sin chistar, defenderse y matar, no es una crítica es simplemente una descripción. Hace poco, en Querétaro, vi en EL Lobby de un cine dentro de un centro comercial irrumpir una docena de soldados armados hasta los dientes, con chalecos blindados, botas, cascos y armas de alto poder. No decían nada a nadie, parecían buscar algún sujeto, pero su aspecto era verdaderamente escalofriante. ¿Qué habría pasado si encuentran a su presa? ¿Habrían abierto fuego sin más? ¿Les habrían importado los transeúntes y niños en medio? Los ciudadanos transitaban comprando helados y palomitas, jugando juegos electrónicos, parecía no importarles nada de lo que estaba sucediendo, lo cual a mí me parece más grave todavía. Nos hemos acostumbrado al horror al punto de considerarlo común y corriente.

    Nuestro presidente hiperactivo tiene una serie de rasgos particulares que levantan tantas críticas como simpatías. Su conferencia de prensa mañanera de todos los días, su falta de escolta formal, su descuido para dejar que la gente se le acerque, sus proyectos educativos que proponen universidad para todos los jóvenes, su autobaja de salario aplicable a la mayor parte de los funcionarios, la amnistía a delincuentes arrepentidos, su promesa de liberar a los presos políticos, la viable liberación del delito de posesión y hasta cultivo de marihuana, la legalización del aborto, una posible la reactivación del sistema ferroviario, son motivos para congeniar con él de principio, pero hay que recordar que el dicho dice que de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno.

    También está su promesa de someter a la mitad su mandato a un plebiscito, que hacen dudar a muchos que pueda llegar al final del sexenio, lo que pondría en crisis al país inútilmente. Es una promesa que estaba de más, y que sólo manifiesta una confianza en el pueblo y en la democracia que raya en populismo.

    Antes que el narcotráfico, decidió atacar a los huachicoleros, demostrando que el robo de combustible que se realizaba era desde arriba cobijado por los mismos funcionarios, con un monto calculado de 60 mil mdp. al año. Las autoridades de PEMEX, colaboraban en este enjuague no sólo abriendo ductos ilegales, o permitiendo almacenes en instalaciones de la entidad, sino proporcionando camiones y pipas, promoviendo y regulando el tráfico de barcos de diverso tipo a las instalaciones en alta mar. Ahora los partidos opositores se quejan del desabasto en 9 estados, pero el asunto es que quienes provocaban este enredo eran los mismos políticos involucrados en la administración y regulación de PEMEX, el nuevo acomodo es incómodo para el usuario, pero la idea es que pueda lograrse la interrupción de esta pérdida atávica, del robo descarado que creció sin ninguna traba en los gobiernos del PRIAN. Dicen los opositores que la distribución vía camiones cuesta mucho más que la apertura de los ductos, pero el saqueo sin duda costaba más, y debe evitarse a toda cosa.  

    Era un sistema de robo y reconducción de combustible a gran escala que sexenios atrás conocía bien el PRIAN gobierno y frente al que no hizo nada. El siguiente enemigo del estado y la sociedad será más difícil de combatir, pues sus raíces están muy arraigadas en el conjunto nacional. Tanto así que la plataforma de Netflix está llena de las aventuras de los maleantes, secuestradores y narcos, que constituyen una de las principales atracciones para los espectadores.

    Así las cosas, no cabe duda que nos enfrentamos a un intento de cambio, que habrá que esperar a que transcurra tiempo para que podamos sacar un balance adecuado. Por lo pronto, nos enfrentamos a rarezas sociales como el EZLN que apoyó al senador Roberto Albores Gleason candidato del PRI y PANAL en su intento fallido por obtener la gubernatura de Chiapas. El mundo al revés, prueba que las diferencias entre izquierda y derecha son hoy cada vez más confusas.

    ¿Cuarta transformación? Habrá que ser más cauto con este tipo de juicios históricos, y las frases publicitarias. Hay que tener fe pero no perder la distancia crítica. Sólo esperemos y confiemos en que el PRI nunca vuelva a levantarse, si algo positivo puede salir de todo esto, será este resultado histórico que mi generación anheló con verdadero ahínco para poder ver hacia delante un nuevo México. También conviene recordar que el progreso no es un aparato sin falla, ahí está Bolsonaro en Brasil y Trump en los EUA para probarlo.

    Por lo pronto, nosotros seguimos trabajando en CARTA PSICOANALÍTICA, cambiamos en el No. 23 el formato tomando el riesgo de bajar en posicionamiento dentro de la WEB, pero nuestra necesidad de ofrecer una nueva imagen era inaplazable. Les rogamos que busquen con detenimiento nuestra nueva plataforma: www.cartapsi.org/new Pronto estaremos en los lugares que ocupábamos, de eso estoy bien seguro. Estamos de nuevo en el aire, con leve retraso, pero los artículos del No. 24 son muy variados e interesantes, esperamos que nuestra apuesta por la difusión y extensión del psicoanálisis en nuestra cultura mexicana se conserve por mucho más tiempo. Sabemos que hay muchos espacios hoy en la red y muchas instituciones ¨formativas¨ fuera de las tradicionales, no nos asusta esta ola, si queremos prevenir a quienes recién se acercan a nuestra disciplina que muchos que se autonombran analistas e inventan instituciones, no necesariamente lo son, ya ha habido más de un escándalo al respecto en 2018. El psicoanálisis es un sinónimo de cultura, interés humano, sentido crítico y arquitectura social en beneficio de nuestra colectividad, precisamente ingredientes que está necesitando nuestro país en estos momentos para protagonizar un verdadero cambio, la reestructuración del CONACYT tiene sus prioridades y por supuesto, nos excluye de ellas, no nos extraña pero tampoco nos asusta. El psicoanálisis ha ido ganando terreno fuera de los cauces gubernamentales en este nuevo siglo dentro de nuestro país, no necesita de muletas para andar

  • Clínica psicoanalítica

    La función enemigo

    Luis Tamayo Pérez

    Introducción

    «Al unir mi nombre a una idea o a una cosa cualquiera ’lo mismo para defenderla que para combatirla, igual da’, la distingo y le rindo un verdadero homenaje».

    F. Nietzsche.

    Después de largos años desentrañando el discurso cristiano (y cuestionándolo con frases como: «la moral cristiana «la peor forma de la mentira voluntaria» ha corrompido a la humanidad») Nietzsche escribe en Ecce Homo:

    «Si peleo contra el cristianismo, es precisamente porque nunca me ha molestado. Los cristianos serios, formales, han estado siempre bien dispuestos a favor mío».

    Para Nietzsche su ataque a la cristiandad era «una prueba de bondad», una manera de atender al otro, al enemigo. ¿Podía Nietzsche reconocer su propia imagen invertida en su enemigo? Por momentos así lo parece.

    El enemigo: imagen de sí

    Tal reconocimiento de la propia imagen en el enemigo es poco común en la historia de la humanidad, no obstante que, desde hace siglos, una multitud de pensadores ha apuntado en ese sentido.

    E. A. Poe, por ejemplo, en su cuento titulado William Wilson nos muestra de manera tangible como se construye al enemigo a partir de la propia imagen. Y lo hace de manera directa. En el cuento de Poe, el intruso, ese que poco a poco se apropió de los amigos y espacios de William Wilson, no era otro que un homónimo: William Wilson. Su enemigo era un otro especular, era él mismo en el otro. Y ese enemigo se hacía cada vez más insoportable. Al final del cuento, William Wilson se enfrenta a William Wilson en un duelo a muerte. Y, al clavarle la espada vengadora, que en principio lo liberaría de tan funesta presencia, se encuentra con el hecho de que, al atravesarle el vientre, moría él en el mismo movimiento. Su acto asesino, por estar dirigido a un otro especular, no podía ser sino suicida.

    Por otra parte, Hume, en su Tratado de la naturaleza humana, muestra otra función del enemigo: la de constructor de la identidad nacional. En la obra antes citada indica que el gobierno surge a partir de la guerra, que es a causa de la guerra que hubo necesidad de constituir a las naciones. Para Hume la identidad nacional se construye a consecuencia del embate del otro, es decir, que una nación es lo que es sólo gracias al ataque que un semejante le presenta. En la construcción del Yo no es diferente, es el enemigo, el oponente, el otro, el que me hace consciente de ser lo que soy, de mis aptitudes y límites. El Yo (moi) het/erógeno de Lacan no está muy alejado de la perspectiva de Hume.

    Tales cualidades del enemigo, sin embargo, son habitualmente olvidadas; generalmente no se reconoce al enemigo como una presentación de uno mismo y, a consecuencia de ello, se lucha despiadadamente contra él, se le veja, se le degrada e, incluso, aniquila.

    Tal frèrocité social era conceptuada por Freud con su noción del narcicismo de la pequeña diferencia:

    «De acuerdo con el testimonio del psicoanálisis, casi toda relación afectiva íntima y prolongada entre dos personas «matrimonio, amistad, relaciones entre padres e hijos» contiene un sedimento de sentimientos de desautorización y de hostilidad que sólo en virtud de la represión no es percibido. Está menos encubierto en las cofradías, donde cada miembro disputa con los otros y cada subordinado murmura de su superior. Y esto mismo acontece cuando los hombres se reúnen en unidades mayores. Toda vez que dos familias se alían por matrimonio, cada una se juzga la mejor o la más aristocrática, a expensas de la otra. Dos ciudades vecinas tratarán de perjudicarse mutuamente en la competencia; todo pequeño cantón desprecia a los demás. Pueblos emparentados se repelen, los alemanes del Sur no soportan a los del Norte, los ingleses abominan de los escoceses, los españoles desdeñan a los portugueses.».

    Es tan difícil el reconocimiento de que el enemigo se encuentra constituido a partir de los recortes de la propia imagen que, en múltiples casos, la única posibilidad de terminar con la lucha fratricida es mediante el establecimiento de una nueva guerra en la cual los oponentes iniciales se unen contra un enemigo común, viviendo, por ello, una guerra interminable.

    Función enemigo y movimiento psicoanalítico

    Como bien sabemos, esa frèrocité no es ajena a las sociedades de psicoanalistas y Freud fue el primero que dio constancia de ello. Asimismo, lo que ocurrió después de la muerte de Freud en el movimiento psicoanalítico, lleno de rupturas y luchas de «puro prestigio», es una prueba fehaciente de la ausencia de claridad respecto a la función que un enemigo realiza.

    El poder elegir por el psicoanálisis y no por las sociedades de psicoanalistas a lo cual nos conmina Lacan implica, desde mi punto de vista, un replanteamiento de las características del combate contra el semejante.

    No es lo igual luchar contra otro a quien se le niega todo lazo común con uno mismo que luchar contra otro a quien se le reconoce como semejante.

    En el segundo caso, para refutar las tesis del «enemigo», estamos obligados a algo que me parece fundamental: es menester que demos cuenta de la verdad presente en las afirmaciones de nuestro adversario. Esto no es sino una manera de hacer caso al Hegel que afirma: «el error es un momento de la verdad».

    Sin este paso previo lo único posible es la lucha fratricida, el encuentro a muerte suicida.

    Si desconocemos que de alguna manera somos responsables de las tesis que nos plantea nuestro adversario, es decir, de que «por alguna razón nos las dirige», la comunicación puede imposibilitarse.

    Sólo a partir de la apreciación de que «el otro no me es ajeno» o, como decía Terencio: humani nihil a se alienum putat, es decir, reubicando al enemigo en su lugar correcto «en el del opositor que me obliga a formular con claridad mis planteamientos, que me exige precisión y reconocimiento de mis límites» sólo así se puede establecer un intercambio fructífero de ideas. Pues el enemigo al atacarnos nos ofrece el mayor regalo que puede darse a otro: su propia experiencia del mundo. Al tomar en serio nuestras ideas, estudiarlas y buscarles cuidadosamente el punto flaco para refutarlas no hace otra cosa que regalar su propia experiencia. Por ello, al tomar en cuenta las tesis del enemigo, nuestros planteamientos no pueden sino enriquecerse, pues entonces portan, también, su propia experiencia del mundo.

    tamayo58@hotmail.com

    Cuernavaca, Morelos, 30 de julio del 2001

    Notas

    1 Una versión previa de este ensayo fue publicada en Le furet 5, revista interna de la ecole lacanienne de psychanalyse, Paris, 1996.

    2 Nietzsche, F., Ecce Homo, EMU, México, 1988, p. 32.

    3 Ibidem, p. 156.

    4 Ibídem, p. 32.

    5 Hume, D., Tratado de la naturaleza humana LIII,VIII, Porrúa, México, 1985, p. 347-349.

    6 Es decir erógeno, pero también generado desde el otro (héteros). Cfr, Allouch, J. Lettre pour lettre, EPEL, Paris, 1984.

    7 Con este neologismo ( que une el vocablo frère hermano y el de fèrocitéferocidad) Lacan traduce la Haßliebe amordio alemana.

    8 Freud, S., «Psicología de las masas y análisis del yo» en Obras completas, Vol. XVIII, Amorrortu, Bs. As., 1976, p. 96.

    9 Lacan, J., «Proposición del 9 de octubre de 1967», Ornicar? 1, Barcelona 1981, p. 25.

    10 Hegel, G. W. F., Fenomenología del espíritu, FCE, México, 1982.

    11 «Nada humano le es ajeno».